Día Internacional de la Sordera: Comprendiendo Causas y Tratamientos

Desde hace 64 años, el último domingo de septiembre se convierte en un día especial para conmemorar el Día Internacional de la Sordera, una fecha que ilumina los desafíos que enfrentan las personas que padecen esta condición en diferentes niveles. Esta iniciativa nació en 1951 durante el primer congreso mundial de la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD), y desde 1958, se ha designado este día como el momento para celebrar y concientizar sobre la sordera a nivel global.

El Día Internacional de la Sordera es mucho más que una fecha en el calendario; es un día de reivindicación y visibilidad. En esta ocasión, las comunidades sordas de distintas regiones y países expresan sus demandas en cuestiones de derechos, al mismo tiempo que celebran la riqueza de la cultura sorda. Como destaca el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis), es una oportunidad para que el mundo conozca y comprenda la realidad de las personas sordas.

La sordera se manifiesta en diferentes niveles, clasificándose en dos tipos principales: las personas "duras de oído," que experimentan pérdida de audición de leve a grave y pueden comunicarse mediante palabras y utilizar audífonos como ayuda; y las personas "sordas," que enfrentan una pérdida de audición más profunda y se comunican principalmente a través del lenguaje de señas.

Es importante comprender que la sordera puede ser el resultado de diversos factores. Una de las causas más comunes es la pérdida de la audición neurosensorial, que ocurre cuando el sonido entra de manera normal al oído, pero debido a la presencia de daños en el oído interno o el nervio auditivo, el sonido no se procesa de manera que el cerebro lo pueda interpretar. Además de esta causa, existen factores genéticos, infecciones intrauterinas, asfixia perinatal, ictericia neonatal grave, bajo peso al nacer y diversas enfermedades que pueden afectar el sistema auditivo.

Además, la exposición a factores externos como el ruido fuerte, medicamentos ototóxicos, productos químicos en el ambiente laboral y la falta de una nutrición adecuada pueden contribuir a la pérdida de audición.

El tratamiento de la sordera depende de múltiples factores, incluida la detección temprana. La OMS destaca que la detección temprana es crucial para garantizar un tratamiento eficaz y personalizado. Los tratamientos pueden incluir el uso de tecnologías auditivas como audífonos, implantes cocleares e implantes de oído medio, así como el aprendizaje y uso del lenguaje de señas y otras técnicas de comunicación sensorial. La terapia rehabilitadora también juega un papel fundamental para mejorar las habilidades perceptivas y fomentar el desarrollo de capacidades lingüísticas y de comunicación en personas con pérdida de audición.

En este Día Internacional de la Sordera, recordemos la importancia de la inclusión y la concienciación sobre la sordera y apoyemos los esfuerzos para mejorar la vida de las personas que enfrentan este desafío en todo el mundo.